Relecturas de verano

Para escribir, como creo que para todo en la vida, hay que tener un objetivo. Venga, sí, me vas a decir que es que te lean los demás.

Me refiero a un objetivo más profundo. ¿ Por qué pasamos bastantes horas delante de la pantalla escribiendo sin saber a quién? Yo, personalmente, lo hago porque me gusta. Los profesores siempre me dijeron en el colegio, y luego en el instituto, que lo hacía muy bien. Y me lo creí. Lastima que ninguno quisiera fomentar en mí esa pasión por los libros que debe tener todo escritor. Leo, pero lentamente. Llevo por delante tres o cuatro libros a la vez, y alguno me entretiene desde hace meses.

¿Y por qué me gusta escribir? Volvemos a empezar. ¿Por qué escribo? ¿Qué es lo que me produce placer al escribir? Entiendo que García Montero lo sienta, que el cheque que recibe por ello le pueda llegar a obsesionar, pero que a García Serrano le agrade...

Siempre dije que escribia para leer. Y este puede ser el verdadero motivo de mis escritos en la red: ser leído y ser escrito. La comunicación inteligente me fascina.

Lo estoy logrando. Tengo amigos cibernéticos merced a mi weblog. Gracias por estar ahí.

Con la "inspiración" perdida, este verano me dedico más a leer que a escribir. Releyendo esta weblog (algo que os recomiendo a todos) me topé con una "carta de una mamá pija a su hijo afincado en Madrid para realizar un master". Fue justo cuando el PP acababa de ganar las elecciones autonómicas en la Comunidad de Madrid en la segunda convocatoria que se celebraban en pocos meses. Serrano tenía un cabreo con lo ocurrido...

Espero que te guste:

carta a Madrid