4.4.03

La guerra de Iraq.

La gente grita “no a la guerra”. Por unas cuantas bombitas angloamericanas especiales para “pueblos oprimidos por terrible tirano” que caen en Iraq… Ahora que caigo, menos mal que Bush, hijo, no era presidente durante el franquismo…

Mientras nuestro gran Aznar sólo piensa en un mundo mejor para las futuras (nuevas) generaciones, la izquierda lo politiza todo para lograr beneficios electorales. Por eso califica la intervención como masacre. Una masacre es una matanza de personas, por lo general indefensas, producida por ataque armado. Y en la tele se ven a los iraquies armados hasta los dientes con palos y piedras, por no hablar del pronto que tienen. ¿A eso lo llaman estar indefensos?

En este conflicto, como muy bien dan a entender nuestros ministros, las verdaderas victimas son los militantes activos del PP. Insultados y atacados, según Mayor Oreja, por grupos de una izquierda social radical y violenta. Y en la tele enseñaron las piedras lanzadas a las sedes populares.

Abandono la ironía. Detesto la violencia, venga de donde venga y tenga la envergadura que tenga. Pero también detesto la manipulación de los poderosos. Aznar ha engañado y ha ninguneado a la opinión pública española al decir que haría todo lo posible para evitar la guerra y al declararla en contra del 90 % de los españoles. Encima, inicia la denuncia de una ficticia trama violenta de los partidos de izquierda contra los populares. ¡Qué cinismo! El 25 de mayo el pueblo cambiará el grito por la papeleta. Y Pimentel se fue.

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