28.2.05

Confesiones (I)

Para los míos, Carmona nunca ha sido una ciudad... o, qué coño, un pueblo. La vida es dura para un/a tío/a de izquierdas, ateo, anticlerical y republicano.

Siguiendo el consejo de mi madre, cuando escribo lo hago sin señalarme. García Serrano es como Tirso de Molina. No, no es fraile. Es pseudónimo. O mejor, seudónimo.
Resulta que Serrano es otro hipócrita de doble moral. Cuando escribe en la sombra pone a parir un mundo de hipocresías y mentiras; pero es en ese mundo donde él vive y en el que quiere seguir ocupando SU SITIO, por lo que actua como quienes denuncia en sus escritos.

Me has desilusionado, Serrano. Por las patas abajo corre tu mierda. Hasta las trancas te has cagao. ¿Por qué no escribes en el Periódico de Carmona? No me creo el rollo del menosprecio de la empresa de prensa. Qué carajo te va a importar a ti los honores si escribes tapado bajo la manta del anonimato. Te ha entrado tembleque porque mierdas que quieren seguir retozando impunemente en la mierda de mentiras y conjuras de los poderes locales se acercaban a tu verdadera IDENTIDAD. Y temes por ti. Te ves solo en la denuncia. Ya no eres mi héroe, Serrano.

Calla. Deja algo para otro ratito frente al ordenador. Y, ten cuidado, Serrano, que estar a la intemperie de Internet te ha soltado la lengua.

3 comentarios:

Edwin dijo...

Bueno, ya lo dijo Artigas, el heroe uruguayo: "Con libertad no temo ni ofendo" por eso murio en el exilio,pobre miserrimo y ciertamente vejado. Pero asi somos...

Edwin dijo...

Agradeciendo tu gentileza:
"Si me quieres escribir / ya sabes mi paradero ///en le frente de Gandeza, primera linea de fuego..."

Anónimo dijo...

Macho Serrano llevo un mes esperando la segunda parte de tus confesiones. Vengaaaaaaaaaaaaa