19.2.04

Alpinismo Social.

El verdadero Patrimonio de la Humanidad de nuestra localidad son sus gentes. Toda su gente, de ayer y hoy. No solo las selectas “personalidades” que escribieron o escriben la Historia. Si el presente a través de la Historia ha sido de unos pocos, debemos recordar permanentemente que el pasado colectivo de nuestra ciudad es de todos, y cada uno puede administrarlo como guste. El Patrimonio de un pueblo no se acaba en las edificaciones imperecederas en la Historia. Admirar las casas palacios es admirar la opresión de muchos de nuestros antepasados a lo largo de siglos y siglos. Reniego de las murallas que son una muestra palpable de que en otros tiempos se vivía con miedo. Unos se defendían de otros. ¿Queremos galardonar la opresión y el miedo?

La inmensa mayoría de los cazadores, recolectores de la edad de piedra, del calcolítico y del bronce, de tartesos, turdetanos, cartagineses, romanos, visigodos, mudéjares y cristianos, que habitaron esta zona que hoy es nuestra Carmona, todos vivían su vida arrastrados por la vorágine de un presente de miseria y opresión, un día a día de presiones y esclavitudes. Esa es la Carmona maravillosa de la Historia de los congresos.

Soy un beligerante de la palabra. Mi pregón lo sería: carmonenses, formad milicias de regocijo, asaltad las calles y hacerlas del pueblo. Viva la revolución de la máscara. Viva el régimen de la guasa. Viva la práctica social de la crítica. Que Carmona sea del Pueblo cada febrero.

Vivo a la intemperie. Escribo a la intemperie. No tengo matacán desde el que observar la realidad. Ni alféizar donde hilvanar rebuscadas palabras de fácil halago. Para mí, Carmona no es un organismo vivo con vida propia. Mi pueblo no es más que la suma de sus habitantes. Quien entienda a Carmona como un “ente sobrehumano” con iniciativa propia (y fisonomía femenina) se engaña, o pretende engañarnos. De una u otra forma, con esta noción irreal de la Patria Chica muchos practican el común deporte del "alpinismo social". A mí, como a ti, me dan miedo las alturas.

(Eslava, enhorabuena por tu pregón)

No hay comentarios: