30.10.03

Carta a Madrid.

Querido Pocholo:
Espero que sigas estudiando. El primer año del master es el más duro. Recuerda lo que te dijo Borja.

Menos mal que Dios ha reconducido la situación y ha calmado el impulso electoral revolucionario del populacho madrileño, ahora que tú estás en la capital del Imperio. Pensé que se iniciaba una sublevación como la de los 80. Tú eras un bebé. Los descamisados pretendían decirnos a Nosotros, los verdaderos dueños y señores de España, lo que debíamos hacer. Querían ser ciudadanos, qué desfachatez. La represión y el control social que nuestro gran linaje ha ido ejerciendo a lo largo de la Historia, con la bendición de Dios, en monarquías absolutistas y dictaduras autoritarias no les habían concienciado de su naturaleza subalterna. Estuvimos catorce años luchando contra el cambio socialista de España. Qué horror de modernización. Aun tiemblo al recordarla.


Esperanza es divina, es “superfashion”. Y mandar, manda muchísimo, desde pequeñita ha tenido decenas de sirvientas. Me alegro mogollón por ella y por la Aristocracia en general. Si tu abuelo levantara la cabeza y viera cómo la Nobleza sigue en su sitio sin necesidad de violencia. Los madrileños quieren ser súbditos. Es un milagro divino. (Bueno, algo ha ayudado la manipulación informativa en esta nueva resocialización política de la plebe).

Qué acierto tuvo nuestro Gran Líder, Don Manuel, designando a José Mari. Con ese modo de hablar sin mover la boca, esa sonrisa tan visiblemente falsa y ese ridículo bigote (que personalmente me fascina), cómo a conseguido controlar el impulso electoral rebelde de un amplio porcentaje de descamisados y herederos de descamisados. Manipular e inventar la realidad política y social de España que nos conviene a los “dignos” no creas que es una tarea fácil.

Nosotros en casa seguimos bien. Carmona es el paraíso de la Nobleza. No hay lugar en la vieja España donde se respeten más las costumbres y tradiciones. O sea, que vivimos “superbien” los de alta alcurnia. Da gusto pasear por calles que nos recuerdan constantemente a los grandes que somos tan grandes. Y gane quien gane las elecciones, tranquilo, todo va a seguir igual. ¡Viva España! ¡Viva Carmona! ¡Viva Martín Recio! ¡Viva el PSOE! Cuídate, Pocholito mío.

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