12.6.03

Primarias Municipales.

Los actuales dirigentes del PSOE local han permanecido en el cargo con cierta estabilidad porque ganaban las elecciones. Si no se gobernaba no era por su culpa, sino porque un pacto “antinatura” se lo impedía. Poco importaba que en 1995, salvo en Guadajoz, IU obtuviese más votos. “Los actuales dirigentes del PSOE” se atrincheraron en el poder y, escudados con la supuesta legitimidad que las urnas les otorgaban, han hecho frente a todo “renovador” que pretendiera moverles el sillón. Y, precisamente, esta paradójica circunstancia, ganar y no gobernar, al impedir la renovación real de las personas e ideas ha llevado a la agrupación socialista a un “deterioro en la cumbre”. El desgaste de los dirigentes que no han sido sustituidos se ha expandido como un cáncer mortal por las entrañas de la agrupación socialista. Nos encontramos que en 2003 el PSOE está más que nunca alejado de la realidad de Carmona y de los problemas cotidianos de sus ciudadanos.
En los últimos meses, en el seno socialista se produjeron dos confrontaciones serias entre el actual “aparato” y un grupo de militantes que entienden que el socialismo local debe cambiar cuanto antes. En la primera se pujó por el poder orgánico (la Comisión Ejecutiva) y en la segunda por el poder institucional (la candidatura al ayuntamiento). En ambas pugnas los actuales dirigentes salieron vencedores aunque con la credibilidad maltrecha porque la contienda interna había trascendido a la opinión pública y ésta clamaba abiertamente a favor de la oferta renovadora y sus nuevas maneras de entender la política.

Mientras Balboa, Montaño, Peña, Ortiz y compañía se empeñaban en vender esta campaña electoral la modernización del socialismo local y atacaban por enésima vez al Alcalde, el electorado socialista ya había comprendido para entonces que su voto era la única arma que quedaba a los socialistas “renovadores” para desalojar a los actuales dirigentes del PSOE del poder. Por ello, los votantes socialistas espontáneamente han transformado las elecciones municipales en unas primarias del PSOE que beneficie el intento de los “renovadores” socialistas de transformar profundamente las carcomidas estructuras del PSOE de carmonense. Y en estas primarias, aun siendo completamente ajenos, sí que han ganado los “renovadores”. Porque en estas primarias no se contó sólo con el apoyo incondicional de una militancia “hincha” de un sempiterno liderazgo sino que se añadió los pareceres de auténticos socialistas independientes de cualquier flujo de poder interno de la agrupación local que no tienen más interés que ver honradas las siglas de un partido de izquierdas con 124 años de historia que siempre ha estado al lado de los más débiles de la sociedad.

Tras la debacle del PSOE en las Municipales, los actuales dirigentes comentan en privado que la derrota se ha debido a la división interna. Y tienen razón. El PSOE ha perdido en Carmona porque gracias a la resonancia pública que ha tenido el intento de renovación, la ciudadanía carmonense ha convertido en unas primarias socialistas las recientes elecciones municipales en las que los ganadores han sido “los renovadores”.

El electorado socialista ha sentenciado: sí a la renovación real del PSOE carmonense. Así que Balboa, Peña Montaño, Ortiz y compañía escuchad al Pueblo y transformaros en simples militantes de base, ¡qué sin poder también se puede vivir!

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