Todo buen político debe saber evolucionar con los tiempos, transformarse de acuerdo con la situación. Es lo que le ha pasado a Juan Ávila. La noticia de que va a ser diputado en la Diputación de Sevilla no nos ha sorprendido, en absoluto. El que vale, vale.
Hay quien entra en política para llevarselo calentito y cuanto más mejor, (los socialistas, como denuncian los señores del PP con toda la razón del mundo), y los hay que asumen cargos fuera de Carmona en contra de sus profundas convicciones nacionalistas por el simple hecho de que han llegado a comprender -cuando han tenido la oportunidad- de que hacen lo mejor para Carmona.
Ahora saldrá la oposición recordando todo lo que dijo Juan Ávila del cargo obtenido por Cano en las Aguas del Huesna. Ahora saldrá la oposición diciendo que Carmona está en una situación de crisis (como el resto de las localidades españolas) que requiere de un alcalde a "full time" (que no sé lo que quire decir). Señores de la Oposición, dediquense a trabajar por el bien de Carmona y dejen de molestar a los políticos de bien removiendo la historia que no nos lleva a nada. ¡Cojones!
¡Viva Carmona! ¡Viva la Diputación de Sevilla!
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