El uso obsceno del seudónimo

Escribir bajo un seudónimo sirve al autor para adoptar un alter ego, meterse en la piel de un personaje para crear. Leo en internet que “el uso de seudónimos era un recurso repetido por Larra y sus coetáneos, por ejemplo. El autor se disimula tras una máscara o personaje al que caricaturiza tópicamente y este recurso le sirve para mantener una actitud de diálogo consigo mismo o con el público".

Múltiples son los ejemplos de seudónimos célebres (Azorín, Clarín, Fígaro, Fernán Caballero, Cándido, Galapagar, Tintito…), pero muchos más son los nicks que en la actualidad deambulan por internet difamando, engañando, cizañando, tergiversando… escudados en su derecho a la libertad de expresión. Nada tiene que ver con esto el uso del seudónimo en literatura.