Velar por los ciudadanos

Todos debemos estar de acuerdo en que el primer objetivo de un Ayuntamiento es velar, ante todo, por la integridad personal de sus vecinos. Son muchos los servicios municipales dirigidos a los ciudadanos y todos ellos deben partir de esa fundamental premisa: respeto a la integridad personal.

Si estamos de acuerdo hasta aquí, debemos de convenir, de igual modo, que mal Ayuntamiento es el que "echa guindas al pavo de la inseguridad físca de sus ciudadanos". Es decir, no sólo no mejora las condiciones del pueblo para que a su vez aumente la calidad de vida de los vecinos sino que encima contribuye al deterioro de esa calidad de vida de la peor forma posible, atentando contra la salud y hasta con la vida, pudiera ser, de sus habitantes.





Si se dan una vuelta por la calle San Pedro, o por la zona de Hytasa, o por Cervantes, comprobaran que están proliferando las obras de mejora de la ciudad, que eso es evidente, pero sin atender al resguardo completo de la seguridad de los peatones y, en algunos casos, conductores de Carmona.


Es hora de que esta cultura municipal desaparezca. Tradicionalmente desde las instancias consistoriales se ha enfrentado el día a día de Carmona como una "guerra contra los males de la ciudad" en la que algunos deben "dar su vida" por el bien general. El PSOE no debe seguir esta inercia conductual y pararse a pensar que las mejoras de las infraestructuras locales deben realizarse sin obviar las medidas de seguridad vial para peatones y conductores.