Tres contra una, caca pa ca una

Leo el Correo (de Andalucía): En Carmona, una madre y dos hijas golpean a una vecina con un atizador y le echan pegamento y tinte.

El violento trío familiar había lanzado una hipótesis: ésta "se lo hace" con papá. Así que invitan a la vecina a tomar café y, tras la correspondiente visualización de la novelita Pasión de Gavilanes, "dalequetepego".

Lo peor de todo es que el padre, de hacerselo con alguien, no era con la "maltratada vecinita".

Moraleja:
"Si en Carmona te invitan a tomar café en casa...
la cosa... ¡no tiene guasa!, ¡no tiene guasa!

"Carmonense, pon en marcha cualquiera de tus planes,
menos tomar café con las vecinas viendo Pasión de Gavilanes"

(Ya voy matando el gusanillo del Carnaval. Si cualquiera de los ilustres autores de nuestro caarnaval quiere copiarme, que lo haga. Eso sí, tras el estribillo que digan: Serrano me inspira, y el mamón no expira).


Noticia completa:
Una mujer de 50 años y sus dos hijas, de 23 y 26, fueron detenidas hace unos días por la Guardía Civil despues de que supuestamente pegaran a una vecina a la que acusaban de ser la amante del cabeza de familia. Sucedió en el municipio de Carmona.

Todo empezó cuando la madre, acompañada de sus dos hijas, la invitó a tomar café en su chalé, cosa que la agredida aceptó porque le pareció normal. Al entrar en la vivienda, y siempre según su relato ante la Guardía Civil, notó "el ambiente un poco extraño". De hecho, a los pocos minutos de estar en la casa, la víctima escuchó cómo una de las hijas se dirigió a su progenitora para preguntarle si "¿ahora o despues?", a lo que la madre le contestó que, "por supuesto, despues de la telenovela", Pasión de Gavilanes, que en ese momento veían en television.

De este modo, cuando la víctima tomaba café, despues del culebrón y en un momento de descuido, supuestamente la ataron con el cinturón de un albornoz y comenzarón a agredirla. Mientras la golpeaban estas tres mujeres le proferían gritos relativos a una supuesta relación, que, segun ellas, mantenía con el cabeza de familia, con la consiguiente sorpresa por parte de la víctima.

Incluso la obligaron a que llamara por teléfono al hombre y fue en ese momento cuando al parecer se dieron cuenta de que quizás se habían equivocado, desistiendo entonces de su actitud agresiva. No obstante, y para justificar lo que habían hecho, devolvieron a la víctima a empujones a su vivienda.

Según el relato de la mujer, la golpearon con un atizador de los que se usan para avivar la chimenea. Cuando la tenían inmovilizada en el suelo, le cortaron el pelo, le arrojaron un tinte de color negro en el cuerpo y la ropa, al tiempo que le untaron un pegamento de contacto en la cara y el pelo, según denunció ante la Guardia Civil tras ser liberada.

ENTREGA

Despues de sufrir este ataque, la mujer tuvo que ser asistida en un centro de salud de sus heridas y la Guardia Civil abrió una investigación para esclarecer este caso, que se vió dilatado varios días porque las agresoras se ausentaron de su domicilio, entregándose finalmente en las dependencias de este cuerpo al saber que se las buscaba.

Por estos hechos, la Guardia Civil instruyó a la madre y a sus dos hijas diligencias por un supuesto delito de detención ilegal, lesiones y contra la integridad moral, por los que fueron puestas a disposición judicial, según la nota remitida ayer.